Abre tus alas

Director: Nicolas Vanier
Guionistas: Lilou Fogli, Christian Moullec, Matthieu Petit, Nicolas Vanier
Reparto: Jean-Paul Rouve, Louis Vazquez, Mélanie Doutey, Lilou Fogli, Dominique Pinon, Philippe Magnan, Ariane Pirié, Gregori Baquet
Título original: Donne-moi des ailes
Productora: Coproducción Francia-Noruega; Radar Films, SND Groupe M6, France 2 Cinema, SNC Audiovisuel FF, Rein Film, FilmCamp, Filmfond Nord, Canal+, OCS, France Télévisions
Género: Drama, Histórico, Aventura, Hechos reales

Cristian es un hombre ermitaño y aislado, vive en las marismas al sur de Francia, en un terreno natural que amenaza con desaparecer bajo toneladas de cemento, pues hay proyectos para drenar el lugar y construir una zona industrial encima. Es divorciado y tiene un hijo; Thomas, que detesta pasar tiempo con él, es adicto a los videojuegos y el internet.

Su ex – esposa, trabajadora y citadina ya ha comenzado a rehacer su vida al lado de otro hombre, que poco o nada aporta a la historia en general. Sin embargo, esta nueva pareja, ha decidido pasar un tiempo a solas, así que llevan a Thomas con su padre, en un ambiente en el que no hay internet, teléfono o nada con lo que el joven de 14 años se pueda entretener. Además, su padre se ha encaprichado con la idea de salvar una especie de gansos migratorio que se encuentra en vía de extinción. Para ello, ha desarrollado un plan, que no cuenta con la aprobación del museo de París (la autoridad local sobre el asunto). Planea criar polluelos de ganso, llevarlos por carretera hasta una reserva natural en Noruega y desde allí, guiarlos con un avión ultraligero de regreso al sur de Francia, por una ruta más larga y menos directa a la que, usualmente, las aves toman.   Este recorrido que pasa por Suecia, Dinamarca y Alemania, antes de llegar a suelo francés, está menos poblada y representa menos peligro para las aves, mayor visibilidad, menos contaminación lumínica o cruces con aeropuertos. Un plan descabellado.

Para llevarlo a cabo, falsifica un par de firmas y se pone manos a la obra, Thomas, empieza a interesarse por el proyecto de su padre cuando ve a los gansos romper el cascarón y decide ayudarlo a criar a los polluelos, con los que se encariña mucho, y a llevarlos a Noruega. Finalmente, y como consecuencia del mal manejo administrativo de Cristian, las autoridades noruegas deciden poner fin al experimento y llevarse los gansos, truncando los planes de Cristian, pero Thomas, en un arrebato, decide escapar con el ultraligero y emprender el viaje él solo. 

La historia, absolutamente atrapante está basada en hechos reales, la travesía de Cristian Moullec que lleva años guiando pájaros por una ruta migratoria alterna que conecte Noruega y Francia y que permita a la especie salvarse.  Aunque la película se mantenga en el terreno de lo previsible, la historia es muy bonita y emocionante. Logra capturar al espectador y encariñarse con los personajes, que viven sus propios dramas a lo largo de las dos horas del filme.

Aunque la historia parece reciclada, y evoca tramas similares desarrolladas en estudios de Estados Unidos, Abre tus alas muestra un nuevo enfoque, un poco menos sensacionalista, y la fotografía le da una calidad a la historia que no puede verse en películas con historias parecidas como Fly Away Home (1996).

La selección de paisajes y la fotografía también están bellamente pensados, de forma que no nos topamos con las grandes urbes europeas más allá de un par de tomas, y toda la historia transcurre en las extensas ruralidades de 4 países.

Al final, la historia deja un trasfondo un poco irónico al mostrar una realidad de nuestro mundo moderno. Pues, un personaje secundario muy destacado de la película es una periodista interesada en el proyecto desde el día en que el Museo de París lo rechaza. Ella, comprometida con la causa es testigo de cómo una especie en extinción no es prioridad para el gobierno, las autoridades o los medios, que constantemente le ponen trabas en su investigación. Sin embargo, y gracias a una pequeña niña en noruega, el viaje de Thomas se hace viral, y los medios empiezan a interesarse en una travesía que no promete ningún final feliz.

Es un llamado de atención para que observemos más la naturaleza que nos rodea y un claro mensaje que nos enseña que basta una sola persona decidida e idealista para cambiar el mundo, así el cambio sea pequeño, y así tenga al mundo entero en contra. Recomendada.

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