Toy Story 4

Escrita por: Giovanny A. Esquivel Turriago y Daniel Mountain

Director: Josh Cooley
Guionistas: Rashida Jones, Will McCormack.
Productor: Jonas Rivera
Reparto: Tom Hanks (Woody), Tim Allen (Buzz Ligtyear), Annie Potts (Betty / Bo Peep), Joan Cusack (Jessie), Wallace Shawn (Rex), Blake Clark (Slinky), Tony Hale (Forky), John Ratzenberger (Hamm) Don Rickles (Sr. Cara de Papa), Estelle Harris (Sra. Cara de Papa), Jordan Peele (Bunny), Keengan-Michael Key (Ducky), Madeleine McGraw (Bonnie Anderson), Keanu Reeves (Duke Kaboom), Christina Hendricks (Gabby Gabby), Ally Maki (Giggle McDiples)
Título original: Toy Story 4
Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Picture
Género: Animación, familia, Aventura

Toda generación tiene películas que les han marcado. La película de la generación millenial, o por lo menos una de las mas representativas es sin duda Toy Story, es una historia con la que cualquier persona que haya pasado alguna etapa de su niñez entre 1995 (año en que salió la primera película) y 2010 (año de la tercera entrega) ha tenido buenos momentos. Los personajes principales no necesitan introducción, claramente.

Sin embargo, una de las principales dudas que asaltó a todo el mundo cuando Pixar anunció la producción de Toy story 4 fue, ¿era necesaria una cuarta entrega? La tercera cerraba un ciclo importante para la mayoría de seguidores de esta historia. La salida de Andy, como el niño al que pertenecían todos los protagonistas. De hecho, Andy es un símbolo de identificación para todos aquellos que nacieron en los 90’s. Vimos su niñez temprana, tardía y su partida a la universidad.

Muchos compartimos esas etapas con él. Incluso algunos, de los mismos que vieron Toy Story 1 cuando eran niños, llevarán a sus propios hijos al cine a conocer a los personajes que marcaron nuestra infancia. Y es allí donde el éxito de esta película radica. La historia, quizás no es nueva, ni siquiera me atrevería a calificarla como fresca, las escenas, como los personajes, ya son familiares. Pero la emocionalidad también lo es, y esta es una película muy emocional.

La nueva aventura juega mucho con la línea histórica, si bien arranca nueve años antes de que Andy dejara a cargo a sus preciados amigos a Bonnie (su nueva niña a quien conocimos en la tercera entrega), nos cuenta la historia de lo que pasó después de este cambio de comandante en jefe del ejército de diversión. Y este detalle es importante por el regreso de Bo Peep, la antigua compañera de Woody que desapareció misteriosamente en algún punto entre la segunda y tercera película, que nos generó muchas dudas, y llenó Internet de teorías. Molly, la hermana de Andy ha decidido que no necesita más a la pastorcita y se dispone a deshacerse de ella, pese a que el grupo de juguetes, y su enamorado vaquero podían impedirlo, todo quedó relevado a la decisión personal de la mujercita de porcelana. Esta vez regresa, muchos años después, con una actitud renovada, una nueva visión de la vida, y totalmente empoderada de su nuevo papel en el mundo.

También es un recordatorio del estudio animado para que notemos la gran diferencia en la animación del personaje, y los avances tecnológicos, la porcelana de Bo Peep es mucho más brillante y además, elemento alabado por casi todos los que hemos visto la nueva película, el agua se ve increíblemente real. En cuanto a lo demás, la estética de la película mantiene un hilo con la historia, que es totalmente necesario para revolver las emociones de todo aquel que la vea, no importa la edad, recordemos que han pasado más de 20 años desde la primera película y todas las personas del mundo occidental con acceso a un televisor hemos tenido que ver con esta saga.

La historia continúa con la pequeña Bonnie y gira en torno a la pregunta: ¿Qué hace que un juguete sea un juguete? sí, es un poco existencialista la pregunta, pero en el universo de Toy Story es necesaria. La pandilla pasa días de diversión con su nueva amiga humana, pero empiezan notar que ella juega cada vez menos con ellos, escuchando una conversación de Bonnie con su padre entienden el motivo, ella esta pronto a ingresar a el Kínder por las mañanas. Woody siempre se ha sentido seguro de cuál era su misión en el mundo: cuidar de su niño, es por esto que decide irse de polizón en la maleta de Bonnie para acompañarla en su primer día de clase.

Allí la pequeña Bonnie se encuentra sola y triste, Woody al percatarse de esto, en la clase de manualidades, mientras distrae a Bonnie, saca del cesto de la basura varios materiales los pone sobre la mesa y, gracias a la imaginación de Bonnie, aparece Forky;  un nuevo juguete hecho de un tenedor/cuchara, ojos móviles, palitos de paleta y plastilina, un nuevo amigo con un fuerte problema de identidad ya que se define como a sí mismo “basura” y no como un juguete, además traerá nuevos problemas para la pandilla.

Forky busca siempre de una u otra manera de volver al cesto de la basura en gran parte de la película y vemos como  Woody se va a encargar de que acepte su nuevo rol como juguete al igual que en la primera entrega, donde Buzz Ligtyear no se percibía como un juguete. ¿Les suena familiar la historia? Claro, la diferencia aquí es que Woody no es el rival sino el protector.

A partir de aquí, aunque la franquicia da un nuevo comienzo, con una buena historia, vemos algunas escenas para nada nuevas. Forky escapa por la ventana del auto en movimiento y Woody sale detrás al rescate de uno de sus amigos.  Woody convence a Forky de que el amor que Bonnie siente por él, es el mismo que él siente por la basura. Al momento de estar a pocos metros del auto, se desvían de su camino y conocen a Gabby, una muñeca antigua que tiene como guardaespaldas a un par de muñecos de ventrílocuo bastante terroríficos. Recuerdan al personaje Slappy de la saga de Escalofríos de R. L Stine.

El nuevo par de compañeros, de repente se encuentran inmersos en un nuevo ambiente, lleno de juguetes conflictivos y belicosos, que no tienen un niño, y por lo tanto, recordando un poco a Lotso (por más de un motivo) se vuelven en los antagonistas del filme. Gabby está detrás de la caja de voz de Woody pues la propia está dañada desde su fabricación.  La muñeca cree que con una nueva caja de voz podrá ser adoptada y sentir el cariño y el amor de una niña por primera vez; el hecho de que desde la primera aparición de estos personajes se identificaran como los antagonistas, es rescatable, sobretodo porque en las últimas películas de Pixar buscaban crear un factor sorpresa donde el personaje tierno y bueno al final resultaba siendo antagonista. De nuevo, recordemos a Lotso.

Veremos un sin número de situaciones que nos harán reír y sufrir al momento de que Woody enfrenta a Gabby junto a nuevos amigos como Bunny y Duck, quienes te harán reír con sus locas y divertidas ideas ( nuevos personajes con los que sin duda sentiremos empatía y cariño); Duke Kaboom, un divertido muñeco acróbata canadiense que le tiene miedo a las acrobacias ( y que fue uno de los elementos más brillantes de la película al incluir a Keanu Reeves, que a propósito está pasando por un momento revigorizante en su carrera) ; Giggle McDiples, una pequeña policía de juguete bastante ruda y los amigos de toda la vida: Buzz Ligtyear, Jessie, Rex y el resto de los juguetes, todos impidiendo que continúe con el viaje en el que está con su familia. La inesperada ayuda de Bo Peep, que ha dejado a un lado esa delicadeza propia de la porcelana para ser una muñeca mucho más empoderada y preparada para la acción.

La música juega un papel importante sin duda en esta entrega como en las anteriores, aparte de sonar la entrañable canción yo soy tu amigo fiel, nos sorprenden con una banda sonara que cautiva y nos hace realmente sentir parte de la película con la cantidad de emociones que nos llega a transmitir, contiene elementos nuevos como el corto cameo del protagonista del primer cortometraje de Pixar en su versión digital, Tin Toy de John Lasseter de 1988. Un truco muy bien jugado

La fuerza de esta película, más allá de la historia y todo el contenido audiovisual (que no es para nada malo), radica en cómo se apega a las emociones de quienes la ven. Adultos, ancianos, niños se sienten identificados con esta saga que ya se ha convertido en un clásico del cine, y que nos deja bonitos mensajes sobre la lealtad, la amistad, la imaginación y el cariño que podemos sentir por nuestros juguetes cuando somos niños. Una sonrisa está asegurada en la cara de todo aquel que sale de la función. De eso no puede haber duda.

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