Judas and the Black Messiah

Director: Shaka King
Productores: Ryan Coogler, Charles D. King, Shaka King
Guionistas: Will Berson, Shaka King
Reparto: Daniel Kaluuya, LaKeith Stanfield, Jesse Plemons, Dominique Fishback, Martin Sheen
Título original: Judas and The Black Messiah
Productora: MACRO, Participant, BRON Creative, Proximity, Warner Bros.
Género: Drama

Los movimientos por los derechos humanos siempre han sido una “carrera” contra el sistema. Hemos visto montones de películas que tratan estos temas y en cierta medida todas son muy efectivas en lo que hacen. 

Judas and the Black Messiah busca mostrarnos la historia de las panteras negras con una mirada desde ambos lados, pero manteniendo el énfasis en las cosas que hace el sistema para evitar que el status quo cambié.

Pero primero… algo de contexto.

Las ‘Panteras Negras’ fue un movimiento de extrema izquierda fundado en Oakland, California en 1966 por Bobby Seale y Huey Newton, aunque el grupo de disolvió a inicios de los 80s, fueron parte clave en la búsqueda de un tratamiento igualitario para los negros, además de un intento por frenar la brutalidad policiaca.

Qué irónico que hace 55 años, se peleaba por lo mismo que ahora está peleando BLM… de pronto las cosas han cambiado mucho, ¿no?

Una de las caras más visibles fuera de sus fundadores fue Fred Hampton y junto a William O’Neal, son los protagonistas de esta historia.

Judas and the Black Messiah, nos cuenta la historia de Will O’Neal y como cohibido por el FBI luego del robo de un automóvil, fue obligado a infiltrarse en las Panteras Negras con sede en Chicago. Ahí no solo conoceremos un poco más de Hampton y las personas que componían el movimiento, sino también sus enfrentamientos con la ley y algo del programa COINTELPRO.

Narrativamente es una película impresionante. Desde el inicio Shaka King busca recordarnos que no es la historia de Fred Hampton, sino como la cosmovisión de O’Neal cambia, con las situaciones a las que debe enfrentarse. 

Durante gran parte de la película, vemos a O’Neal como un tipo que lo único que quiere es salvar su propio pellejo y así no terminar en prisión, incluso de una manera muy discreta nos muestra como el gobierno lo chantajea disfrazando la persecución hacia los miembros de la organización como algo “qué debe hacerse”.

Aquí es donde King muestra ambas caras de la moneda. 

En ningún momento excusa al FBI de los errores que cometió, sino que lo enfoca en presentar la mirada que ellos tenían (por muy errónea que fuera). Por ejemplo, presentando a J. Edgar Hoover como una persona que está dispuesta a hacer lo que sea por “defender” su país y evitar que las ‘Panteras Negras’ consigan un “mesías negro”.

Tanto nosotros como O’Neal, vemos los beneficios que le ha traído a Mitchell ser un agente del FBI y más que eso lo muestran como algo que le llegó por trabajar con la ley, pero muy discretamente el director nos recuerda que también es por la ventaja que tuvo el agente por ser blanco.

Esa última parte es un tema recurrente en Judas and the Black Messiah. Como es increíble que el FBI acepte negros para trabajar en buró, sino que en cierto punto lo muestra como el chivo expiatorio para lograr su cometido y luego deshacerse de ellos, porque ya no tienen valor alguno dentro la organización.

Pero King también busca recordar que las ‘Panteras Negras’ no fueron un movimiento 100% pacífico. Personajes como Hampton buscaban el cambio mediante la unión y el poder que la gente tiene frente al sistema, más no por la toma de armas o el “ataque al prójimo”.

Sin duda esta dicotomía que se presenta es ideal, porque a pesar de ser una película que busca recordarnos lo que hizo el gobierno con el afán de mantener la paz, también nos recuerda los errores que cometieron algunos miembros. 

El punto más fuerte de la película son sus actuaciones. Para la gente que ha seguido de cerca la carrera de LaKeith Stanfield saben que es un actor muy talentoso, su trabajo en películas como la surrealista Sorry to Bother You o Uncut Gems ha sido muy bueno y aquí se repite.

Stanfield transmite muy bien ese cambio de O’Neal donde estaba con el gobierno, hasta mostrar como sus dudas van creciendo conforme avanza la narrativa.

Pero si hay alguien que se lleva todos los elogios, es Daniel Kaluuya.

El actor inglés es recordado por su papel en Get Out, Black Panther y en muchos casos Black Mirror para su episodio “Fifteen Million Merits”. Pero aquí la actuación como Hampton es impresionante.

No solo por el carisma del personaje, sino por su manera de ser y actuar. Cuando uno lo conoce se da cuenta que es alguien fiel a sus convicciones, pero también que tiene fe en el poder de la palabra comparado al poder de las armas.

Esto se ve en las reuniones que sostiene con diferentes bandas criminales de Chicago para crear el movimiento ‘Arcoíris’, donde puertorriqueños, sureños se unieron al movimiento de las ‘Panteras Negras’ para buscar un cambio. 

El tipo de oratoria lo hace ver como un predicador de los cuales uno suele reírse cuando ve los videos en YouTube, pero siendo también alguien tranquilo y con mucho temple que a pesar de elevar su voz, lo hace para transmitir su mensaje, no para atacar o violentar a alguien más. 

Sin duda espero ver ambos nombres nominados a uno que otro premio. Al menos en el caso de Kaluuya ya está nominado a mejor actor en los Globos de Oro y los SAG pero sin duda Stanfield, también el mismo reconocimiento por si magnífica actuación.

Admito que la cinematografía se queda un poco corta. Aunque King busca enfocarse mucho en las expresiones, principalmente en Hampton, pero los momentos donde va más a los planos generales no son tan poderosos.

Hay momentos donde siento que cerrar los encuadres sería más efectivo o en su defecto mostrar un poco más de información. Por ejemplo en varios momentos O’Neal habla con el Agente Mitchell, pero se usa un plano amplio que realmente siento que no me comunica tanto cómo debería.

En momentos donde se siente que debería mostrarme la ansiedad o preocupación del personaje, me desconecta para mostrarme… los edificios o las bolsas de basura que lo rodean. 

Uno de los puntos flacos de Judas and the Black Messiah es algunos hilos de la historia, creo que hay momentos donde la película deja mucha información fuera y dichos puntos se sienten más como algo que se requería para mover la narrativa, más que un elemento clave para la misma. 

Aunque estos momentos son pocos, en cierto punto son importantes y hacen que la situación pierda fuerza a nivel narrativo (cosa que aunque la película no necesita, siempre es bienvenida).

Judas and the Black Messiah es una película fantástica y una de las mejores para iniciar el año. Aunque su enfoque para contar la historia puede resultar conflictivo con algunas personas, sin duda busca recordarnos este fragmento de la historia donde los activistas fueron perseguidos por el gobierno sin razón alguna.

La película se queda grabada por mucho tiempo, en especial porque a pesar de ver a Kaluuya y Stanfield como gente adulta, la historia real era con gente mucho más joven que solo quería una situación mejor para ellos y sus allegados.

La película aún no tiene fecha de lanzamiento en cines colombianos, pero ya se encuentra disponible en HBO Max si ningún costo adicional.

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