
Director: Jason Reitman
Guionistas: Gil Kenan, Jason Reitman
Productores: Jason Reitman, Dan Aykroyd, Ivan Reitman, Gil Kenan
Reparto: Carrie Coon, Finn Wolfhard, McKenna Grace, Paul Rudd, Logan Kim, Celeste O’Connor, Bill Murray, Dan Aykroyd
Título original: Ghostbusters: Afterlife
Productora: Sony Pictures Entertainment
Género: Aventura, comedia, acción
Callie (Carrie Coon) está en la quiebra. Tiene dos hijos adolescentes, no tiene dinero, no tiene credibilidad y en tanto comienza la película se queda sin hogar. Por fortuna (o desgracia) de su familia, recibe una carta informando que su padre, un sujeto desconocido y despreciado por ella ha muerto y le dejó una propiedad en un pueblo olvidado por el mundo y con una actividad sísmica moderada y muy molesta.
De esta forma, Callie convence a sus dos hijos de acompañarla unos días a resolver los asuntos pendientes de su herencia. Trevor (Finn Wolfhard), cuyas únicas preocupaciones en la vida son aprender a conducir, ser popular y quizás conseguir novia y Phoebe (Mckenna Grace), una muchacha aislada, con problemas para comunicarse, pero con los conocimientos necesarios para empezar un grado universitario en ciencias a los 12 años, llegan a Summerville engañados para darse cuenta que vivirán ahí hasta que logren resolver sus problemas económicos, que la casa de su abuelo no vale nada, y que tampoco era muy querido en el pueblo, pues tiene fama de ser un ermitaño loco, paranoico y algo loco por arar permanentemente un terreno en el que no sembraba nunca.
En el pueblo, los dos adolescentes conocen a otros tres personajes importantes para nuestra historia, Lucky, el amor platónico de Trevor en su nuevo hogar, El Señor Grooberson; maestro de Phoebe y un científico de bajo perfil, coqueto y supremamente irresponsable y finalmente ‘Podcast’, un compañero de Phoebe que le da el toque de humor y ternura al filme.
La casa en la que viven los protagonistas, en notorio abandono, está llena de inscripciones, libros, artefactos extraños, la historia empieza a tener giros inesperados cuando se nos revela que el abuelo de esta familia es uno de los cazafantasmas originales: Egan Spengler; que en forma de fantasma empieza a guiar a su nieta para que entienda el motivo de su aislamiento en ese lugar.
La conexión con la primera película de los Ghostbusters empieza a ser obvia, el arquitecto que construyó aquel edificio neoyorkino que sirvió de antena para invocar un viejo espíritu del mal resulta ser el fundador del pueblo, y los materiales que se usaron en el rascacielos también fueron extraídos y refinados en Summerville. Detalle que resulta fundamental para la historia, pues los villanos son los mismos, enfrentándose esta vez a un crew más joven y más inexperto pero igual de firme para darles batalla.
Si bien los efectos son mucho mejores que en la película de 1984, no son los efectos de una película hollywoodense del siglo XXI y eso en parte se agradece porque le da continuidad a la historia. Los fantasmas con apariencia de almohada empiezan a tocar las fibras sensibles de un público que le tiene cariño a la historia, y que, como el de toda película de culto es de tratarse con pinzas.
El argumento, mucho más dirigido a un público infantil, logra empalmar el estilo de las historias con héroes adolescentes, con el espíritu original de cazafantasmas mucho más adulto. Los detalles e incluso algunos contrincantes repetidos de la película original tienen como único objetivo generar sentimientos de nostalgia. Bien logrado.
La música, muy bien lograda para ambientar las escenas tiene una pata coja para el público que espera oír el tema principal de los cazafantasmas desde el inicio de la película. En todo lo demás, el manejo del audio es impecable. Recomendada.
Consejo de la página: Si usted es una de las personas fanáticas de Ghostbusters y quiere disfrutar de cada una de las referencias al filme original, debe ver la película en idioma original. En la versión doblada algunas referencias se ven perdidas en la traducción