Everything Everywhere All at Once

Director: Daniel Kwan, Daniel Scheinert
Productores: Joe Russo, Anthony Russo, Mike Larocca, Daniel Kwan, Daniel Scheinert, Jonathan Wang
Guionista: Daniel Kwan, Daniel Scheinert
Reparto: Michelle Yeo, Stephanie Hsu, Ke Huy Quan, Jenny Slate, Harry Shum Jr,m James Hong, Jamie Lee Curtis
Productora: A24, IAC Films, Gozie AGBO, Year of the Rat, Ley Line Entertainment
Género: Acción, Comedia, Ciencia Ficción, Aventura
Título original: Everything Everywhere All at Once

En años recientes hemos visto como el tema del multiverso ha sido explorado por Marvel en películas como Spider-Man: Into the Spiderverse, Spider-Man: No Way Home y, por supuesto, Dr. Strange and the Multiverse of Madness. Eso sin obviar que por el frente de DC ya hay una adaptación animada de Flashpoint y que próximamente esta misma historia llegaría a la pantalla grande en un live-action protagonizado por el ahora infame Ezra Miller.

Si bien estas producciones se llevan toda la atención por su espectacularidad, en gran parte por su nombre, no hay que olvidar producciones paralelas que también merecen su propio reconocimiento, como es el caso de Everything Everywhere All at Once, que fue opacada en cinemas americanos por Dr. Strange, pero que destaca tanto por su historia como por su dirección artística.

Everything Everywhere All at Once, toma como eje principal a Evelyn (Michelle Yeoh), una mujer china-americana que administra una lavandería junto a su esposo Waymond y su hija Joy. Desafortunadamente para ellos el negocio familiar va mal y todo empeora cuando deben declarar renta y como si esto no fuera suficiente, también debe recibir en casa a su padre, un anciano llamado Gong Gong que, por supuesto, es raíz de muchas más tensiones.

Tenemos entonces una protagonista que no solo está atormentada por los errores de su pasado, sino por un horrible presente lleno de monotonía que parece solo acabará una vez esté muerta… Sin embargo, todo esto cambia cuando a su vida llega ‘Alpha Waymond’, una versión alterna de su esposo que le revela que esa versión de si misma, es la única en el multiverso capaz de enfrentar y derrotar a Jobu Topaki, una entidad omnipresente que viaja de universo en universo devorando todo a su paso.

En términos generales, la trama tiene unas bases sencillas y bastante familiares con respecto a otras historias que hablan del multiverso. Sin embargo, el cómo se desarrollan en Everything Everywhere All at Once, es lo que hace que esta historia sea tan interesante y significativa, empezando por las reglas que se establecen para el “viaje” entre universos.

Como tal, en Everything Everywhere All at Once, las reglas del multiverso parten de un elemento bastante conocido en la ficción, y es el hecho de que una mínima acción en el presente puede llevar al origen de una línea alterna donde mi “yo” hizo algo distinto o incluso, tuvo un origen distinto por la forma en que se concibió ese universo.

Lo importante aquí es que Evelyn comparte una conexión multiversal con sus otros ‘yo’, a las que puede acceder por medio de un dispositivo para descargar sus habilidades temporalmente mediante un pequeño ritual de acceso. Este vinculo no solo le permite a ella, y a otros personajes, acceder a habilidades que jamás creyeron poseer, pero también a sus emociones y recuerdos.

Esto es importante porque a través de Evelyn entendemos que en sí todos sus ‘yo’ comparten anhelos y frustraciones similares a pesar de tener presentes diferentes. No importa si es una cantante profesional, una actriz, una chef, una piedra o su ‘yo’ básico, hay algo que tématicamente las une y las impulsa hacia adelante incluso si eso implica errar en el camino.

Naturalmente la exploración del multiverso implica una confrontación, lo cual da pie a varias escenas de acción impresionantes y vistosas por la forma en que se permite ser imaginativa y ‘alocada’. Siempre hay espacio para el ridículo, en el buen sentido de la palabra, sin dejar de lado la tensión y, aún más importante, el mensaje.

Detrás de toda la acción y la exploración del multiverso, Everything Everywhere All at Once, es ante todo una película que habla sobre la aceptación, el cómo percibimos a la familia y nuestro papel en el mundo. Evelyn es una persona frustrada y a través de sus yo contempla lo que pudo ser, pero también lo que le falta y lo que debe hacer para tener un mejor presente. Sus acciones son fruto de heridas a nivel emocional, pero eso NO puede determinar quien es.

En ese sentido, todos los personajes tienen algo que decir y es interesante ver su desarrollo en la historia. Waymond es un esposo bonachón estándar hasta que se explora más del por qué es así y por qué es tan importante ser gentil. Joy no quiere repetir los errores de su madre y como si eso no fuera suficiente peso, también tiene que cargar con el hecho de que es una mujer lesbiana en una familia tradicional.

Todo tiene importancia y poco a poco se van integrando los arcos en uno solo de tal forma que no solo queda un bonito mensaje, sino que habla de problemas y temáticas netamente humanos. Al final… ¿quién de nosotros no ha imaginado ser otra cosa?

Everything Everywhere All at Once, es una película muy interesante. Desde su particular historia y la forma en que la desarrolla, al apartado visual que se permite ser bastante creativo y simbólico, a su dirección de sonido y grandes actuaciones, especialmente las de Evelyn (Michelle Yeoh), Waymond (Ke Huy Quan) y Joy (Stephanie Hsu). Además, también cuenta con la participación de Jamie Lee Curtis.

Es una cinta con mucho sentido. Que su trama se sienta tan cercana a la vida real salvo por lo obvio, hace que los arcos argumentales de los personajes se sientan cercanos y genere bastante empatía. Es sin duda una experiencia que, dependiendo de la disposición de la persona, puede llegar a ser inolvidable.

Crédito fotos: Diamond Films

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