El Escuadrón Suicida

Director: James Gunn
Productores: Charles Roven, Peter Safran, Walter Hamada, Zack Snyder, Deborah Snyder
Guionista: James Gunn
Reparto: Idris Elba, Daniela Melchior, Margot Robbie, John Cena, David Dastmalchian, Joel Kinnaman, Sylvester Stallone, Viola Davis, Jai Courtney, Michael Rooker, Nathan Fillion, Juan Diego Botto, Joaquín Cosio, Peter Capaldi
Título original: The Suicide Squad
Productora: Warner Bros, DC Films, The Safran Company, Atlas Entertainment
Género: Aventura, acción, comedia

DC ha tenido un record… regular.

Sin duda sus películas tienen sus fans y detractores. Algunos disfrutaban el estilo oscuro de Snyder en Man of Steel o su corte de Justice League, mientras que otros han visto con mejores ojos lo más alegre como Shazam! o Aquaman.

Pero una en la que la mayoría coinciden en opiniones es lo floja que es la ganadora del premio de la Academia, Suicide Squad… aún no puedo creer la parte del premio.

La versión de David Ayer tenía mucho potencial, que lastimosamente se vio desperdiciado en un argumento con poco sentido y diversas disputas acerca de un corte mejor frente a uno que tuvo mejor recibimiento del público.

Luego de 5 años de su lanzamiento, pero con James Gunn a la cabeza la nueva entrega de El escuadrón suicida, logra cumplir todo lo que se propone en una de las mejores películas del DCEU y una de las grandes películas de DC en general.

Antes de arrancar, la diferencia en título de ambas películas es el THE, nada más. Me arriesgaría a decir que Gunn quería que supiéramos que este no es un escuadrón suicida cualquiera, sino es EL escuadrón más suicida entre todos los escuadrones suicidas de DC.

La película nos llevará a Corto Maltese, una isla aliada a USA donde luego de un golpe de Estado por parte de Silvio Luna y el general Mateo Suárez, tendrá que recibir algo de Libertad por parte de la Fuerza Especial X.

Pero esto solo será la punta del iceberg y se encontrarán con una misión más allá de lo normal gracias a The Thinker y el misterioso Proyecto Starfish.

Narrativamente, El escuadrón suicida, entiende qué fue lo que no funcionó en otro momento y lo endereza a lo que realmente debería ser una película de un equipo como este. Sí, las apuestas son altas, pero no tan absurdas como en la primera película.

Entonces, como en toda película de “soldados” haciendo una operación encubierta en otro país, todo lo que puede salir mal, saldrá mal y los sacará de su elemento para enfrentarse a lo desconocido.

Estos son los momentos que hacen que la historia brille, porque dentro de muchas situaciones absurdas como la Desert Eagle del Peacemaker o el variado arsenal de armas de Bloodsport, todo se siente en cierto punto muy anclado a la realidad que quiere plantear la película.

Lo más importante de todo, es que Gunn entendió el núcleo del concepto del escuadrón. Aunque debido a su naturaleza son fácilmente prescindibles, en este tipo de películas un argumento profundo y filosófico (como lo plantea Stalker) no es lo importante, es más importante plantear la relación de los personajes entre sí.

Y aunque la historia no es compleja, le da espacio para brillar a todos los personajes, llegando al punto de modificar su “conducta” comparado a lo que vimos en la película de 2017.

Aquí es donde brilla El escuadrón suicida

En casi todos los casos, lo único que va a ganar cada miembro del equipo son 10 años menos de condena en Belle Reve, pero la película busca darle a cada uno espacio para conocerlos un poco más.

A diferencia de la original donde los momentos se sentían más forzados (por ejemplo la escena del bar) solo porque eventualmente tendrían que limar asperezas para enfrentar a Enchantress y su hermano.

La película hace mucho énfasis en que realmente ninguno se conoce más allá de Harley, Boomerang y Flag por lo que sucedió en la primera película, entonces Gunn usa los momentos de exposición de cada personaje, no solo para presentárselos al público que los ve, sino a los mismos miembros del equipo.

Esto permite que haya un desarrollo natural de las relaciones entre todos y humaniza un poco más a cada villano. Desde Bloodsport y su puntería mortal, hasta Ratcatcher 2 y su interés por usar ratas en lugar de armas.

Por ejemplo, la escena del bar de Corto Maltese realmente se siente genuina. No solo porque no tienen la certeza si regresarán vivos de su misión, sino que al final es una pequeño descanso que los difíciles (aunque divertidos) momentos que han tenido antes.

Finalmente, Gunn logra darle a los personajes principales una “catarsis” para cerrar la pequeña historia de cada uno. 

A pesar de los prescindibles, ninguno recibe dicha realización en la muerte, sino que al final se vuelve un catalizador para sus acciones durante el 3er acto. Desde Polka-Dot Man y su idea de heroísmo, hasta Peacemaker con su concepto de mantener la paz a cualquier costo.

Gracias a este elemento, todo se siente más redondo a nivel narrativo porque en cierto punto es el fin del “viaje” de cada personaje.

Hay casos donde la catarsis llega mucho antes, como es el caso de King Shark y lo que sucede al final se vuelve más como una situación jocosa más que un punto de inflexión en la vida del personaje.

Algo que le agradezco a James Gunn, es convertir al Suicide Squad en un equipo. Uno de los grandes problemas que tuve con la original fue el exceso de pantalla que tuvo Harley Quinn y Deadshot. Mismo caso con Harley en Birds of Prey.

Honestamente, Harley no me gustó como personaje en ambos películas. Pero aquí a pesar de mantener elementos anteriores, Gunn le da prioridad en el momento necesario por lo cual todo el desarrollo se siente más orgánico.

Por ejemplo la escena de Harley en el palacio de Corto Maltese es fantástica y fue su momento de brillar. No es que luego deje de ser importante, sino que realmente el momento se concentra en ella y solo ella, para luego volverla parte importante del equipo.

Solo que… me hubiese gustado ver más el traje que utilizó en las 1ras escenas.

Finalmente uno de mis favoritos fue King Shark. 

Aunque el trabajo de Ron Funches en la serie animada de Harley Quinn fue impecable, escuchar a Stallone cómo Nanahue realmente es algo que no esperaba ser tan divertido. 

No solo lo usan como comedia, sino que realmente hay un factor de otredad en él, porque es él que tiene que esconderse, el que como tal nunca puede estar en plena luz del día, pero que sus habilidades son claves durante el combate.

Ratcatcher 2 es el centro de la película. A la larga es el tejido que une todos los personajes de una manera u otra, no solo para recordarles lo que perdieron o ganaron, sino lo que al final representa hacer parte del equipo, sean prescindibles o no.

Tengo un “problema” con Peacemaker y Bloodsport.

Aunque poseen motivaciones bastante buenas y ese “Dick measuring Contest” que hay entre ambos es muy bueno. Entiendo que funcionan en contra posición uno del otro, solo que siento que Gunn deja ver esa contra posición muy tarde para que realmente se sienta tan efectiva como uno quisiera.

Sin duda Peacemaker tendrá mucho más tiempo para brillar gracias a su serie de HBO Max que llegará en 2022, pero a pesar que tengo buenas expectativas de la serie, si me hubiese gustado que tuviera un punto final en la película.

Otro punto flojo de la película son algunos de sus efectos. Aunque personajes como King Shark se ven muy bien, es innegable que algunos efectos de fondos en pantalla verde y demás logran notarse bastante. 

Sí, la película realmente usa muchos efectos prácticos, pero hubo uno que otro momento que me sacó de la película. No es nada grave, pero esperaba algo un poco mejor.

Finalmente, Gunn nos recuerda lo ideal que es el uso de la música en sus películas. Iniciando con la perfecta Folsom Prision Blues de Johnny Cash en algunas escenas de Belle Reve, pasando por Pixies, entre otras canciones. 

Estas cumplen su función de darle más fuerza a las escenas o en su defecto funcionar como un contra a lo que vemos. Desde música tranquila para las escenas violentas de Harley o Hey de Pixies a la hora del asalto final a Jotunheim.

El escuadrón suicida, cumple la función de ser un tipo de secuela y un tipo de reboot. Aunque parte de la idea que muchos vimos la película original, también logra ser una nueva introducción al concepto creado por John Ostrander.

Sin duda a pesar de algunos problemas, El escuadrón suicida logra ser uno de los mejores trabajos de DC (no solo del DCEU), es una película llena de acción, violencia, drama y comedia que definitivamente es lo que mucha gente esperaba del equipo.

The Suicide Squad llegará a cines colombianos el 5 de agosto y estará disponible en HBO Max día 1 en Estados Unidos y aproximadamente 45 días después en Latinoamérica.

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