El Caso de Richard Jewell

Director: Clint Eastwood
Guionista: Billy Ray, Historia de Marie Brenner
Productores: Clint Eastwood, Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Andy Berman, Jessica Meier, Kevin Misher, Tim Moore
Reparto: Richard Jewell, Paul Walter Hauser, Olivia Wilde, Sam Rockwell, Jon Hamm, Kathy Bates
Título original: Richard Jewell
Productora: Malpaso Productions
Género: Drama, biografía

Richard Jewell es un trabajador estadounidense de clase baja, atormentado por su propia personalidad, su aparente coeficiente intelectual bajo y una profunda convicción de ayudar a los demás y convertirse en policía. Rechazado constantemente por sus compañeros de trabajo, despedido con más frecuencia de lo normal por su infinito afán por hacer cumplir las reglas, incluso yendo más allá de donde le está permitido, su único refugio es su casa en donde vive con su madre.

Si bien la historia comienza contándonos un poco del contexto de Richard, y la forma en la que conoce a Sam Rockwell; un abogado explosivo y egocéntrico, quizás la única persona que lo trataba con algo de respeto, o por lo menos como si de un ser humano se tratara, y relatándonos algo de sus antiguos trabajos, la verdadera película comienza en Atlanta en 1996, cuando Richard se convirtió en un personaje nacional de Estados Unidos.

Richard tiene un trabajo temporal como guardia de seguridad privado, haciendo rondas en los conciertos previos a las olimpiadas programadas en es ciudad. Es buen amigo de los oficiales de policía que lo ven con algo de condescendencia pero que son buenos con él. Enfermo del estómago Jewell, hace constantes viajes entre su lugar de trabajo y un baño portátil y es allí donde ve a algunos adolescentes buscando problemas en medio de botellas de cerveza, trata de ahuyentarlos, consiguiendo solo burlas, así que va a buscar a la policía. Cuando las autoridades logran disuadir a los jóvenes de irse, queda una maleta abandonada en el lugar, una maleta que no le pertenecía a nadie, y Richard, en su afán de llevar los protocolos al extremo, comienza a pedir un cerramiento por paquete sospechoso. Claramente, nadie le cree, o lo toma en serio. Todo hasta que un policía decide escudriñar el interior del paquete y encuentra una bomba casera.  Una llamada a la línea de emergencias anunciando la explosión confirma el ataque.

La bomba explota, y hay victimas de la explosión y de la metralla oculta en el paquete, sin embargo, la pronta reacción de Jewell y la posición en la que quedó la maleta fueron cruciales para salvar cientos de vidas. El día uno, Richard se vuelve un héroe nacional, y todas las cámaras apuntan en su dirección, el hombre que descubrió una bomba en el concierto. Sin embargo, no todos piensan que es un héroe, sobre todo el FBI, ansioso de capturar un culpable. El que sea.

De esta forma, la vida cambia nuevamente para el protagonista y se convierte no solo en el sospechoso principal del atentado, sino en el único, a pesar de la evidencia que demuestra que él no pudo haberlo hecho. Armados de trampas, y valiéndose de la personalidad ingenua y colaboradora de Richard intentan plantarle evidencia falsa, conseguir declaraciones, alterar evidencia e incluso arrestarlo de forma irregular, a punta de engaños.

El antiguo compañero de Richard, Sam Rockwell, ahora independiente y en una posición no tan aventajada como hacía años, llega al rescate. Mientras los medios de comunicación y la policía intentan de todas las formas posibles demostrar la culpabilidad del guardia de seguridad, Rockwell, su asistente, y la madre de Jewell hacen lo suyo para demostrar su inocencia.

La película bajada en hechos de la vida real, y que no cuenta, como muchas otras producciones estadounidenses, cómo a veces las autoridades utilizan los baches del sistema penal de los Estados Unidos para tomar ventaja sobre los mas débiles o vulnerables, y dejan en la impunidad muchos crímenes. O incluso los dejan sin resolver, mientras personas inocentes sufren las consecuencias. Los medios de comunicación tampoco son aliados, por lo menos no en gran parte de la película. La película nos deja una gran reflexión en este sentido.

La producción de la película es destacable, así como el casting, meticulosamente hecho. La actuación de Paul Walter Hauser es sin lugar a dudas la cereza sobre la copa. Si bien el resto de las actuaciones también estuvieron a la altura, el desarrollo del personaje de Richard Jewell supone un gran reto, y la actuación constituye un gran homenaje a su memoria.

El guion, meticulosamente escrito para que el espectador siga paso a paso el avance de la historia, sin tener conocimiento extra o faltante sobre lo que pasa fuera de escena es algo, si bien no novedoso, si muy útil en la forma en la que la narrativa se acerca a quien está mirando la película. Recomendada.

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