Christopher Robin: Un Reencuentro Inolvidable

Director: Marc Forster
Guionistas: Allison Schroeder, Alex Ross Perry
Productor: Brigham Taylor
Reparto: Ewan McGregor, Hayley Atwell, Bronte Carmichael, Mark Gatiss
Actores de doblaje:
 Jimm Cummings (Winnie the Pooh/Tigger), Toby Jones (buho), Peter Capaldi (conejo), Brad Garrett (Igor), Nick Mohammed (Piglet)
Título original: Christopher Robin
Productora: Walt Disney Company
Género: 
Aventura, Animada

El pequeño Christopher Robin se reunía con sus amigos de peluche en el Bosque de los Cien Acres a vivir maravillosas experiencias. Hacía lindos dibujos de esos momentos y siempre le dijo a su mejor amigo Pooh que jamás se olvidaría de él. Pasó el tiempo pasó y Christopher creció. Siguió con su vida, se casó y tuvo una hija.

Se mudó pero ni eso pudo separarlo de su infancia. Un día, en el parque frente a su casa, se encuentra con el osito regordete de camisa roja: Winnie the Pooh. A partir de ahí Christopher empieza a tener una nueva aventura y recupera poco a poco el niño interior que hay en él. 

Al protagonista de esta cinta lo vemos como un trabajador empedernido y alguien que “perdió la chispa”. Su esposa (Hayley Atwell) e hija (Bronte Carmichael) añoran que esté más tiempo en casa, pero él, para evitar el despido de muchas personas en su trabajo, dedica todo su tiempo a su empleo.

Esta película me encantó. Está muy bien lograda, su historia es maravillosa y visualmente enamora. Los dibujos animados que veíamos en nuestra infancia, cobraron vida y llegaron a la ciudad. Desde la primera imagen quedarán fascinados. Además la forma como van narrando la historia es como si realmente estuviéramos leyendo un cuento.

Para los que no sabían, Christopher Robin era el hijo de Alan Alexander Milne. Él fue el creador y autor de los cuentos de Winnie the Pooh y su hijo era parte de sus historias. Además, los personajes de los mismos, eran los verdaderos peluches de Christopher. A él le gustaba ayudar a su papá a escribir los cuentos hasta que en el colegio empezaron a burlarse de él por ser parte de ellos. Así que por mucho tiempo guardó rencor por eso.

Esta historia funciona muy bien para toda la familia y pienso que será un éxito. En mi opinión, tiene varios mensajes que son bastante claros y que todos los adultos deberíamos tener en cuenta y, además, ponerlos en práctica. La narración nos enseña que el trabajo no lo es todo en la vida, que lo más importante es la familia, la unión, el amor y la felicidad. Además, también nos lleva por un mundo lleno de fantasía, imaginación y diversión en donde nos muestra que el niño interior que llevamos dentro jamás se irá y que es fabuloso que lo dejemos salir para volvernos a sentir pequeños de nuevo.

Sin embargo, hay un tema que me llamó bastante la atención. Milne, al crear a los personajes les quiso dar unos rasgos psicológicos bastante complejos, sobre todo para un público infantil que tal vez no eran conscientes de eso. Cada protagonista posee un trastorno diferente:

Winnie the Pooh tiene un trastorno de la conducta alimentaria. Eso quiere decir que tiene atracones. Come específicamente algunos alimentos de forma compulsiva pero sin tener conductas como las que llevan a la bulimia. Además, también tienden a sufrir de sobrepeso, cosa que ese pequeño oso padece.

Igor sufre de depresión. Siempre lo vemos melancólico y triste deambulando de un lado a otro en busca de su colita la cual está pegada a su cuerpo por un clavo. Siempre tiene una conducta pesimista y la mayor parte del tiempo está durmiendo, cosa que hacen las personas que padecen de depresión.

Tigger tiene déficit de atención y además es hiperactivo. Sus rasgos son demasiado marcados. Dice todo el tiempo que es capaz de volar, trepar y saltar, sin embargo, nunca hace nada de estas cosas ya que lo hace más que todo porque es impulsivo y tiene problemas de concentración.

Piglet tiene el trastorno de ansiedad generalizada. Esto normalmente se asocia con la presencia de una continua tensión, aunque muchas veces puede llegar sin una causa aparente. Este tierno puerquito siempre anda nervioso y preocupado. 

Es bastante curiosa la forma como el autor de estos cuentos creó a los personajes. Me parece que es brillante lograr integrar este tipo de elementos y características en unos peluches animados. No es malo, por lo menos en mi opinión, porque cada uno como ser humano en algún momento de su vida (si se fijan bien) se va a sentir identificado con alguno de estos elementos. 

Me encantaron todos y cada uno de los momentos de esta cinta. Está llena de amor y ternura. Cada personaje (con sus curiosas características) aporta a la historia y no hay ninguno que en algún momento se sienta que esté sobrando. También es lindo ver que Christopher se reúne con sus amigos en el usual Bosque de los Cien Acres, que además en la vida real es el Bosque de Ashdown en Sussex y Robin luchó durante mucho tiempo para evitar que lo convirtieran en explotación petrolífera.

Una de mis sugerencias es que presten mucha atención a todas las frases que dice Pooh, ya que muchas, aunque causen risas de ternura, podrían llegar a tener bastante sentido. Como cuando dice “las personas dicen que nada es imposible, pero yo hago nada todos los días”. Tiene un genial estilo de vida y una filosofía bastante curiosa que a medida que vaya avanzando la película la descubrirán. Para mí, mucha cosas de las que dice tienen bastante sentido si las piensas bien.

De corazón recomiendo esta película. He dicho que otras son lindas y divertidas, pero esta se lleva el premio a la ternura y a los mensajes para toda la familia. Además, la animación de los peluches (que supongo que es entre real y CGI) es brillante. Como dije al principio, se van a enamorar desde el primer momento. Los colores, los paisajes, los personajes, el ambiente, absolutamente todo hará que involucren no sólo su mente e imaginación, sino también su corazón en esta película. ¡Por favor no dejen de verla!

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