
Director: Richard Linklater
Guionistas: Richard Linklater, Holly Gent Palmo, Vince Palmo Jr.
Productores: Megan Ellison, Nina Jacobson
Reparto: Cate Blanchett, Billy Crudup, Emma Nelson, Kristen Wiig, Judy Greer, Laurence Fishburne
Título original: Where’d you go, Bernadette
Productora: Annapurna Pictures, Color Force.
Género: Comedia dramática
Bernadette Fox (Cate Blanchett) vive en una burbuja, madre de una adolescente brillante, de quien es mejor amiga, con un futuro promisorio. Esposa de un hombre dedicado a la construcción de programas innovadores para Microsoft en la ciudad de Seattle, Washington. Dueña de una enorme mansión en lo alto de una colina. Vecina de una comunidad de madres que se apoyan entre sí y que han construido una red en torno a su vecindario, sus hijos y sus hogares y con una carrera de arquitectura envidiable.
Pero, aunque a simple vista el escenario parece perfecto, en la realidad no puede estar más alejado del ideal de vida de cualquier persona. Bee (Emma Nelson); su hija, tiene la idea de irse a un internado, por voluntad propia, no porque se sienta cansada de sus padres o sus amigos, sino porque las grandes referencias de un internado la tientan a convertirse en ese modelo clásico del estudiante perfecto, sin mencionar que Bernadette misma asistió a ese internado y se ha convertido en modelo a seguir para la joven promesa. Su esposo, Elgie Branch (Billy Crudup) pasa tanto tiempo dedicado a su trabajo que su vida familiar se ha visto relegada a algunos momentos esporádicos, la mansión se cae a pedazos entre las goteras, las bisagras rotas y las enredaderas de maleza y moras que han crecido por la ladera, dándole un aspecto lúgubre a la propiedad y que chilla con el resto del vecindario, y a la larga, una de las razones por las que las vecinas de Bernadette, poco la quieren.
Bernadette, además, hace años no crea nada, aunque se levantó en su juventud como una de las promesas mundiales de la arquitectura moderna y era considerada entre pares de su gremio como un genio en su campo, se retiró de la arquitectura después de construir una casa de ensueño que terminó en manos de un personaje despreciable que nunca valoró su trabajo, éste golpe, seguido de algunos intentos fallidos de tener un hijo desencadenaron en ella una especie de reclusión social, agorafobia, la perdida el gusto por el espacio en el que habitaba y episodios de insomnio.
Su vida gira en torno al vino, los intentos de evitar que la casa se caiga encima de su familia, las constantes riñas con su vecina que invade su propiedad recurrentemente, y los correos que intercambia con Manjula, su asistente virtual que desde la India hace todo lo que Bernadette no quiere hacer. Coordina su agenda, hace sus compras, hace todo tipo de mandados y además se ha convertido en el muro de lamentos de cada cosa que pasa en la casa de Bernadette.
La historia seguiría triste y se tornaría aburrida de no ser porque el destino le juega en contra a la protagonista cuando, en un intento por quitarse a su vecina de encima, accede a quitar las plantas que sostenían la tierra de la ladera, ocasionando una emergencia en el vecindario, y aunque fuese un accidente, pareciera todo lo contrario, sobre todo teniendo en cuenta los conocimientos del terreno que tiene Bernadette. Las peleas con su esposo se vuelven constantes, y mientras Elgie busca ayuda profesional, aparece en escena un agente del FBI que les notifica que la asistente de Bernadette; Manjula, no existe y realmente quien usa esa fachada para cometer ilícitos y tener acceso a las cuentas bancarias y propiedades de la familia es un grupo relacionado con la mafia rusa. Todo esto mientras planean un inusitado viaje a la Antártica que, claramente, Bernadette no quiere hacer.
Ante los ojos de toda la sociedad, la arquitecta aparenta ser una mujer, en crisis de maduritud, con propensión a los narcóticos para dormir, síntomas de depresión severa, problemas psicoafectivos con su familia, agorafobia, relacionamiento con grupos peligrosos y un rechazo social que podría desembocar en suicidio. Nada más alejado de la realidad.
Bernadette desaparece en medio del caos y se embarca sola a la Antártica, en búsqueda de paz, reconciliación consigo misma, y para encontrar un camino de lo que va a ser su vida de ese punto en adelante. Su familia la persigue en la incertidumbre de encontrarla, con las pocas pistas que va dejando en el camino. Fuera de lo que pareciera a simple vista, con una trama, in principio tan aburrida como esta, es que la película es realmente entretenida. Tiene un equilibrio casi perfecto entre la comedia, la emotividad, la inteligencia y una buena historia que cautiva, y en diferentes momentos de la película es casi imposible no sentirse identificado con la protagonista.
La actuación de Cate Blanchett es simplemente impecable, no sólo por la versatilidad de la actriz, sino por su acoplamiento con el papel que desempeña. Emma Nelson no se queda atrás, y aunque en esta adaptación cinematográfica no vemos la historia desde su perspectiva, el personaje de Bee si se convierte en el ancla de toda la historia, al ser ella, y solamente ella, la única persona capaz de leer a Bernadette y de tener una idea psicológicamente muy próxima a que realmente tiene su madre.
La fotografía no deja absolutamente nada que desear, las locaciones tan bien escogidas, como de la casa en ruinas, las tomas en medio del hielo, la construcción de los espacios creados en el pasado por Bernadette, son dignas de resaltar y en general la película deja un sabor en la mente de superar ampliamente cualquier expectativa que se tenga sobre ella.
Es muy difícil, como espectador, tener una idea, ligeramente acertada de lo bien que se desarrolla la historia, teniendo únicamente como punto de partida la información que se le brinda.
Mientras que, con otras películas, el tráiler, el afiche y en general la sinopsis de la película bastan para que el espectador se haga una idea de qué esperar, y en algunos casos, el filme puede llegar a decepcionar basado en esa información, con esta película vemos un fenómeno completamente opuesto: La información disponible para el público potencial es tan limitado, y tan básico, que la sorpresa a la hora de ver el filme es inmensamente grata. Muy recomendada.